Reportajes y curiosidades VIII
Antinaturalidad y marcha nórdica

Desde que surgió este deporte, se ha hablado mucho de su naturalidad. Como si caminar con bastones fuera algo tan ligado a nuestra forma de ser, que casi deberíamos teorizar como que fueron unos apéndices que nos extirparon hace miles de años por seres de otro planeta, para alterar nuestra evolución. Pero del mismo modo, cada dos por tres, surge en las conversaciones la calificación de lo antinatural, para cualquier forma de hacer que alguien considere fuera de lo ortodoxo.
No hace mucho, leí un artículo realmente interesante de Rober Sánchez, autor de la web M de movimiento ( www.mdemovimiento.com ) . Sus reflexiones son curiosas, cuando menos. El artículo titulado “hacer ejercicio es antinatural” deja entrever que lo verdaderamente natural para nuestro cuerpo es el reposo y el mínimo consumo energético. Estamos diseñados para eso, para ahorrar. Sin entrar a valorar otras afirmaciones, aclara que la actividad física, el ejercicio, el deporte, es decir todo aquel movimiento que realizamos de modo voluntario y que no tiene nada que ver con nuestros movimientos necesarios para vivir, son antinaturales. “el entrenamiento, el deporte, la actividad física son parches, postizos, artificios, procesados, propuestas sintéticas para intentar paliar los (d)efectos de haber dejado de hacer algo que fue natural durante mucho tiempo, pero que ya no lo volverá a ser”.

Es algo que coincide con las tesis del profesor de biología evolutiva humana Daniel Lieberman, autor del libro “Ejercicio”, donde justifica que no estamos diseñados para hacer ejercicio o correr.
“A día de hoy, hemos generado un entorno en el que hay una falta de movimiento, que incita mucho al sedentarismo. Hay que pensar que los recursos que necesitamos para comer, lo tenemos al alcance de nuestra mano, no hace falta que nos movilicemos, aunque antes sí. Nos pensamos que antes se movían muchísimo para poder recolectar y cazar, pero parece ser que quizás no lo hacían tanto. Se tenían que mover únicamente cuando la necesidad imperaba, es decir, "tengo que comer, tengo que moverme, pero también tengo que ahorrar energía para poder sobrevivir". Al final los que prevalecían, eran los que se reproducían, los que ahorraban esa energía con el fin de procrear”
Por otro lado, podríamos leer en muchos artículos, tesis, etc. que somos animales que necesitamos el movimiento. Si… pero solo el necesario. Desde que dejamos de perseguir nuestras presas para cazar, hemos de tomar “pastillas de kilómetros” o “suplementos de movimiento” para que nuestros cuerpos estén en aceptable estado de salud. Yo creo que de ahí viene la inevitable sensación de pereza que nos da salir a hacer ejercicio, provocada por la acción de nuestro cerebro reptiliano, aunque luego nuestro cerebro consciente lo reprima.
El caminar es, en todo caso y dentro de las consideradas como ejercicio, la única que podemos considerar todavía como actividad natural, ya que trataría de la necesidad de movimiento para trasladarnos. SI bien, antes caminábamos horas, para ir a cazar, a buscar leña, a comprar, a descubrir lugares donde acampar, al trabajo atravesando la ciudad, etc. Ahora algunos solo lo hacen media hora al día. Algunos de la cama al sillón, del sillón a la silla para comer, de la silla al sillón, del sillón al WC y de ahí al sillón para volver a la cama. Es lo que ahora denominamos sedentarismo, pero que es lo más natural del mundo, porque cumple con nuestras verdaderas necesidades vitales, aunque nos resulte perjudicial. Si además comemos más de lo que gastamos, tenemos un problema. Al fin y al cabo, las recomendaciones de la OMS, son el equivalente a la forma de hacer humana preindustrial, caminar unas horas, levantar pesos, subir escaleras o cuestas, etc.

Bien y después de esta primera parrafada, siguiendo con el asunto del caminar. Uno de los pocos ejercicios que se libran de la quema. Está claro que en cuanto variamos algo de lo que es la “biomecánica natural” del paso, las fases de la pisada y la correcta acción compensadora de los brazos. Ya nos estaremos encontrando con movimientos o patrones de movimiento no naturales. Antinaturales, diríamos, que será una palabreja que repetiremos hasta la saciedad.
Resulta evidente que colocarnos unos bastones atados a las manos, no es algo muy natural. Ya en las definiciones debemos separar el “caminar de forma natural” del artificio “con la ayuda de unos bastones”. Aunque sea una actividad no tan “extraña” como mover un montón de carbono con ruedas o levantar aros de metal. Si acaso los arrastráramos, los bastones, sería como ponernos una muñequera lastrada (también antinatural). Pero en cuanto nos vemos en la obligación de apoyar firmemente la punta en el suelo, aunque sea en coordinación con nuestro paso y ejercer una potente presión sobre ellos, para conseguir una determinada activación muscular y un supuesto impulso que no sabemos donde nos lleva. Pues…se acabó lo natural. Empezarán a trabajar músculos que no estaban acostumbrados a ello y en posiciones que no eran las habituales. Es decir, antinaturalidad.
Por tanto podríamos afirmar que, aquello que caracteriza a la marcha nórdica. Aquello que le atribuye esos poderes maravillosos, de activar, de gastar más energía, de aumentar pulsaciones, etc. Que es el empuje rítmico sobre los bastones, es precisamente lo más antinatural que existe en esta actividad.

Ahora bien, ¿podemos considerar dentro de la marcha nórdica varios niveles de antinaturalidad? ¿un movimiento resulta más antinatural que otro porque se asemeje menos al natural? o ¿es considerado antinatural porque se escapa de las corrientes ortodoxas de unos o de otros? Pero además si ¿podríamos considerar natural cualquier movimiento que el cuerpo humano “standard” sea capaz de hacer?, el gesto en sí es lo menos relevante.
Desgraciadamente dentro de la historia de la marcha nórdica el término antinatural, ha sido utilizado de forma gratuita e incluso belicosa en muchas ocasiones. Digo gratuito, porque no podemos atribuir presunciones lesivas a movimientos, sin tener ni siquiera una estadística que cuantas lesiones ha provocado. El “codo de tenista”, el de golfista, el “hombro de nadador”, etc. Son patologías deportivas reconocidas y que surgen en los deportes por impactos o sobrecargas en movimientos cíclicos. Seguramente como alguna propia del movimiento de marcha nórdica surgirá con el tiempo y será reconocida.
Pero no ha sido extraño ver como algunos consideran un determinado movimiento de mano, de hombro, una contra rotación, etc. como antinatural. Resulta extraño, cuando reconocidos expertos en biomecánica (léase Dr. Ronald Burger) dieron el visto bueno hace años a ese tipo de movimiento. ¿Antinatural? Si como todos los demás. ¿En mayor grado? Tal vez si o tal vez no, la presunción es favorable, lo contrario se deberá demostrar (con hechos, con estadísticas, con estudios, no solo con palabras) por parte de quien lo critique. Al evaluar los gestos deberíamos aplicar una especie de filtro socrático (modificado)
- Es antinatural- ¿lo puede hacer cualquier persona?
- Es lesivo- ¿Dónde está la estadística que lo demuestre?
- Es ineficaz - ¿Dónde están las mediciones que lo demuestran?
- Pues… a mí no me gusta- Vale esa me la creo.

Tenemos claro que la marcha nórdica, si estamos dispuestos a buscar, está llena de contradicciones y de afirmaciones que no por repetirse miles de veces se han convertido en verdad. Pasó con el porcentaje de musculatura implicada, con el porcentaje de descarga en extremidades inferiores, y seguro que con otras cuantas. Os recomiendo el artículo de Rubén Rodríguez, del año 2017 en la web de FENWA ( https://fenwa.es/nordic-walking-la-gran-promesa-para-la-salud) . Ya no digo nada de la histórica guerra metodológica/ comercial entre escuelas. Que si estos hacen así o asá, si abren la mano o no tanto y eso no sirve, es antinatural. En este caso, la catalogación entre formas de practicar la marcha nórdica naturales o antinaturales, no procede. Todos debemos declararnos antinaturales por principios.
Es habitual, cuando alguien inicia su formación en marcha nórdica, darse cuenta de donde empieza la antinaturalidad del asunto. Cuando alguien ya solo se cuelga los bastones, incluso solo arrastrándolos, se descoordina, hace paso robot, se concentra en el nuevo movimiento y se olvida del braceo natural y necesario. Cuando seguimos con otros movimientos necesarios, como ampliar el paso más allá de lo habitual, realizar una clavada y un empuje, añadimos más leña contra lo natural. Y ya no digo cuando les explicamos que para poder realizar lo tan natural, que es pasar la mano más atrás de la cadera, se verán obligados a tener que soltar la mano del bastón que poco antes les hemos dicho que apreten con fuerza. Que los humanos tenemos una ventaja, si, y es que tenemos un cerebro con capacidad de aprendizaje y neuroplasticidad asombrosa y una excelente capacidad de adaptación, incluso a lo antinatural, para con poco tiempo considerar lo más extraño como el gesto más natural del mundo.

Y si en la técnica normal, la de paseo diríamos, ya estamos incorporando antinaturalidades solo por el hecho de tirarnos una hora dando caña a los palitos, que consume mucho y da mucha salud. Imaginaos lo que sucede en el ámbito competitivo. A diario podemos ver reportajes propios y ajenos, es decir de España y sus alrededores más o menos lejanos. Bueno…solo los miramos algunos, parece ser.
En esos reportajes, chicos y chicas haciendo gala de antinaturalidades varias. Menos mal que tenemos un sistema protector, el que nuestros “supercicutas” han conformado para que las antinaturalidades toleradas en competición sean solo las ortodoxas. O mejor dicho aquellas plasmadas en los textos sagrados por “consenso borreguil”, es decir lo que han consensuado unos pocos, mientras los otros, normalmente la mayoría y los que deben sufrir la norma, no han hecho nada en contra. Pero eso es algo normal en nuestro sistema social y político.
Si tenemos que hablar de antinaturalidades en el terreno deportivo competitivo y sobre todo en el alto rendimiento, no se libra ningún deporte. No digamos ya de la más directa adaptación del caminar, sin aditamentos externos, como es la marcha atlética. Busquemos cualquiera de ellos y encontraremos multitud de artículos de expertos que tachan de antinatural el propio gesto técnico habitual, o de potencialmente lesiva cualquier pequeña desviación, de… ser responsable de todos los males que el infierno pueda verter sobre el. Un saltador de vallas, de altura, un lanzador de jabalina, un nadador, una gimnasta, una karateka, y miles de etc. realizan en su entrenamiento y competición millones de gestos no naturales y con una técnica y una carga tal que les permite lanzar una pelota lo más lejos, correr y saltar sin inmutarse o saltar lo más alto y hacer un triple mortal con tirabuzón, por ejemplo.

Alguien dijo que el beneficio de la marcha nórdica, lo que nos pone en forma no está en la descarga, sino en la carga. Y la carga es la parte más antinatural y potencialmente lesiva del movimiento. Podríamos hacer prácticamente cualquier movimiento, millones de veces, dentro del rango normal y propio de cada articulación, de modo relajado, que no resultaría lesivo en absoluto. Lo mismo si abusamos, el desgaste articular por un excesivo rozamiento se presentaría al cabo de años.
Sin embargo, en cuanto aplicamos carga, es decir empujamos sobre un bastón, movemos ese brazo o pierna, llevando algo, ejerciendo fuerza contra algo, actuando sobre el peso de nuestro propio cuerpo o a velocidades superiores a lo normal, implicará una antinatural carga sobre el sistema articular, muscular, tendinoso, de debe mover en un sentido u otro esa articulación y podemos sufrir lesiones.
Precisamente el apropiado entrenamiento, y ese proceso de adaptación que sufre el deportista a diferencia del practicante eventual, incrementando la musculatura específica, aumentando la elongación, grados en el rango de apertura articular, etc. no solo hará que con el tiempo nuestro cuerpo considere natural ese movimiento extraño, sino que sea capaz de realizarlo con carga y disminuyendo su capacidad lesiva. Si yo pretendo hacer mañana un medio mortal hacia atrás, lo que resulta totalmente antinatural para mi, lo más seguro es que me rompa el cuello. Si un marchador nórdico sin entrenamiento especifico, pretende llevar a cabo técnicas copiando lo ve hacer a alguno de la élite (lo que pasa a diario) , seguramente se encontrará incómodo o lesionado y dirá “es que lo que hace mengano por muy campeón que sea es antinatural”.

Un día un amigo me contó una historia, me dijo. Tengo dos primos, uno practicaba un arte marcial tradicional enfocado a la defensa personal, donde nadie levantaba el pie más alto de la cintura. Sin embargo, mi otro primo practica taekwondo, donde compiten y solo puntúan las patadas que den en la cara. Lógicamente mi primo hace el espagat y otros ejercicios de apertura que le permitan golpear con sus pies y con potencia lo mas alto posible. Cada uno le decía al otro que lo que hacía era antinatural, y que no servía para nada. Lo real es que eran dos cafres con pocas entendederas. Pero el Taekwondo competitivo que practican millones de niños como actividad extraescolar ¿es antinatural? Si, por supuesto, aunque el que lo practicaba no lo considerara así ¿debe hacerlo así para conseguir un mejor rendimiento deportivo? Si, su Objetivo: pegar más patadas en la cara ¿potencialmente lesivo? Posiblemente, por la aplicación de cargas. Son dos objetivos diferentes de deportes similares y el objetivo de la competición muchas veces, por no decir siempre, conlleva un incremento de la antinaturalidad.
Y si queremos continuar con más antinaturalidades, existen estudios y no pocas recomendaciones de expertos en carrera (que hay muchos), que reflejan que caminar a más de 7 km/h, provoca un consumo mayor de energía que si ya nos ponemos a trotar. Es decir, es más eficiente, disminuir la longitud del paso y trotar con fluidez, que seguir caminando de forma amplia y rápida entrando de talón con las desaceleraciones propias del caminar y el conocido efecto de sobrecarga en el tibial anterior. Con lo cual mantener el gesto de la caminata a velocidades más altas no es precisamente lo óptimo en asuntos de rendimiento, naturalmente hablando.
Pero como conclusión, si queremos seguir tomando nuestra “pastilla” de ejercicio antinatural, que gracias a su antinaturalidad activa zonas musculares que normalmente no activamos, que consumimos más energía de la que debiéramos, que nos ofrece un plus de seguridad cuando vamos por terrenos complicados y además parece que nos sentimos bien haciéndolo, pues nada. A seguir disfrutando de la marcha nórdica.
Operación: Salvar a Laura

Sabéis de mi gusto por las batallitas. La edad y la experiencia nos provee a algunos de sobrado material para estos relatos. Alguna de estas lo mismo no la conoceréis. En el principio de los tiempos de la marcha nórdica española, pongamos 2010 por ejemplo, existió un tal Bernabé Rodríguez Sibaja, un pedazo de atleta procedente de Ibiza. Conocido por sus numerosos records en distancias que solo mencionar ya me cansan. Algunos podéis consultarlos en www.wr-nw.com .
El “español que nunca duerme” dijeron de el en la competición de ultraresistencia de los 6 días de Antibes. Este caballero tenía una virtud, que era realizar una técnica muy particular que le hacía más rápido que los demás realizando su “marcha nórdica”. Algunos la bautizaron como “marcha ibicenca”. Su principal característica la bajada del centro de gravedad, le hacía entrar prácticamente plano de pie, disminuyendo sustancialmente la resistencia y llevarse de calle cualquier competición, incluso con el tremendo Pablo Ariza.
Esta situación, en aquella época donde solo existía el reglamento que la prueba buenamente se ponía, si se lo ponía, no estaba regulada y podría gustar más o más bien menos. Pero llegó la entrada en FEDME, la “regla anti Bernabé” como decíamos algunos, estaba ya plasmada en el primer reglamento oficial de forma clara. Nadie en Europa había dado ese paso aun, de hecho, en Francia era una técnica muy común.
El primer campeonato de España oficial FEDME contó con la presencia de Bernabé. Yo hable con el poco antes de la salida y le dije “ tu sabes hacerlo bien, no bajes culo que pringarás” y así fue, descalificado y se acabo la historia competitiva de Bernabé en lo que se refiere a la marcha nórdica
Segunda batallita, algo más reciente. Una de nuestras campeonas de España, Izaskun Bengoa. Una potencia descomunal, una deportista admirable, tanto de su época del ciclismo como desde luego desde que vino a la marcha nórdica, cosa que nos alegra.
Solo un pero, su técnica, o mejor dicho su convencimiento de que su técnica era la correcta. Curiosamente fue trampeando durante unos años hasta que recibió su primer toque de atención. O tal vez fue aquel toque de atención que realmente le hizo reaccionar.
Todos recordamos como a alguien de FEDME se le ocurre salir con la cuadrilla a Italia e Izaskun recibe allí un baño de realidad. Descalificada en la primera prueba fuera del ambiente protector de las competiciones FEDME. Cierto que con unas faltas que no estaban reglamentadas aquí, pero ya sabemos lo que hay “ donde fueres…”.
El segundo toque y definitivo creo, se produce en octubre pasado con la descalificación en la prueba de Gorliz, en la Copa Vasco Navarra . Entiendo que se ha producido un cambio de chip, seguro que Izaskun con una mentalidad asentada ha reaccionado y buscado soluciones. No podemos prescindir de esta gran deportista en el circuito, esté en el equipo que esté. Seguro que además de los triunfos en España, nos podrá ofrecer otros en el ámbito internacional en categoría Master, aunque seguramente no con FEDME. De una forma u otra está salvada.
Y ahora viene el motivo de este artículo. No me considero un analista técnico de la marcha nórdica. Algunos dirán con cierta razón que soy un “toca huev…” pero es que resulta que a algunos/as nos interesan y preocupan cosas de la marcha nórdica que a los demás no.
En este país comentar públicamente de si un futbolista corre mucho o poco, comete fallos o faltas, es habitual y no molesta. Si habláramos de tenis, analizar los posibles errores de Djokovic o de Nadal que influyen en sus resultados, incluso interesaría a los aficionados. Pero como esto es la marcha nórdica, puede suceder cualquier cosa.
En estos años, he seguido la trayectoria de muchos. Unos que aparecen y desaparecen. Otros que se quedan de mejor o peor forma y en este caso de Laura Ramos. Nuestra flamante campeona de España. Creo repasar mi hemeroteca y descubrirla por primera vez en un video de El Ronquillo en 2016.
Su aparición en serio nos dió una alegría, no precisamente por el hecho de ser hija y hermana de quien es, que seguro influyó en su afición. Sino por el hecho de ser otra de las escasas bocanadas de aire fresco y joven que aparecen destellando muy de vez en cuando en nuestro deporte. Como fue en su día Sandra Ribes o Jorge Astasio.
Pero un buen día, de ser la considerada como escudera de la anterior campeona Sonia Miras, pasa a ser protagonista en Andalucía y en España. Sin embargo, aquella velocidad impresionante de Laura iba acompañada de algo y muchos que no nos fijamos solo en los apellidos, sino en como se hacen las cosas, notábamos que ese algo no acababa de funcionar bien. Voluntad a la vista está, sacrificio no falta, y además me dicen que buena persona aunque no he tratado con ella,


En la época en que todo dios hablaba de lo malo del “serrucho”, Laura era un exponente claro de esa técnica, pero no estaba regulado como falta. En la época en que todo dios hablaba del “desfase”, Laura era un exponente claro de esa manera de hacer, pero no estaba regulado como falta.
Comentarios no faltan en el ambiente, risitas jocosas, es que los Ramos… ya se sabe. Pero todo queda ahí, prueba tras prueba, campeonato tras campeonato, pódium tras pódium. Nada, que seguro que todo esto es fruto de mi sucia imaginación y maldad gratuita y seguro que veo antes la paja en ojo ajeno…pero resulta que fotos y muchos videos de reportajes oficiales y otros oficiosos han ido dejando constancia de ello.

Y cuando resulta que nos hemos hartado de criticar, incluso en reciclajes de árbitros FEDME, las conductas de los extranjeros, franceses, polacos, alemanes, etc. Algunos videos aportados por su propio hermano.
Creo que no podemos estar sin hacer nada. Debemos hacer algo para salvarla de las críticas, no puede ser una campeona de España que de motivos de charla a los foráneos, como ya está sucediendo. Salvo que consideremos que nuestro nivel técnico en la élite, no es tan excelente como suponíamos que era.

Claro está, este año mucho ha cambiado con el nuevo reglamento y no todo para bien. Las tarjetas por nuevos motivos van cayendo y sin explicación alguna Una sola prueba y ya unos se echan la culpa a otros y el malestar de los competidores y árbitros va in crescendo.
Pero como ya sabéis, otra persona de las que yo considero como analistas de la marcha nórdica y bien conocedora del reglamento actual, nos ofrece un video donde traslada acertadamente su visión crítica a la cámara. Ofreciéndonos tomas de indudable valor para el análisis. https://youtu.be/Or6eGkt4CsA
De resultas de ese video y de otros que, como he dicho desde hace tiempo, han sido publicados, podemos observar como la técnica de Laura no ha evolucionado a mejor en los últimos tiempos. Sigue siendo de las más rápidas, posiblemente la más. Pero sigue cometiendo los mismos errores de antes.

La diferencia sustancial está en que ahora los responsables de FEDME han considerado que:
- el "desfase" se penaliza
- el "serrucho" se penaliza
- no dejar espacio entre mano y cuerpo se penaliza
- clavar sin pasar el codo del cuerpo se penaliza,
- etc.
Es decir, nuestra Laura, con un enorme potencial, la que todos queremos que siga proclamándose campeona de España y de lo que haga falta, está en serio peligro, cuando comete repetidamente casi la mitad de errores del temido artículo 5.
Se ha librado durante tiempo, acumulando triunfos y en Majadahonda se libró. Algunos malintencionados dirán que por apellidarse “Ramos”, otros dirán que los árbitros siguen sin hacer bien su trabajo, que miran a unos y a otros no, otros que el reglamento no puede y debe aplicarse tal y como está escrito, etc..

La cuestión es que pido primeramente a Laura que me disculpe si en algo la he podido molestar con este artículo, pero que reflexione sobre el contenido y se deje salvar. Pido a José Antonio, a Javi, a Isidoro, a todos los que se que la aprecian y rodean, que la salven. Estamos a tiempo. Sois instructores, pioneros, entrenadores, árbitros, seleccionadores y no se cuantas cosas más. Por lo tanto, no os faltan cualificaciones. Haced algo por ella. Los árbitros, compañeros/as en esa vuestra labor pedagógica, lo mismo también tenéis algo en que ayudarla para que no siga dándose esta situación que no beneficia en nada al colectivo.
Por favor, haréis un gran favor a Laura y a la marcha nórdica española, ya que podremos presumir y sentirnos orgullosos de que nuestra campeona de España, en este 2023 que se antoja complicado, gana con autoridad y con mérito indiscutible. Que es una estricta cumplidora del reglamento, lo mire quien lo mire y que por un exceso de confianza o mal asesoramiento no le pase lo que un día sucedió a Bernabé o estuvo a punto de pasarle a Izaskun. Un saludo.